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Tratamiento para el Ojo Seco ¿Qué hay en el horizonte?

Escrito por Luz América Giorgi Sandoval
Revisado por José Antonio Paczka Zapata

La enfermedad del ojo seco (EOS) siendo la afección más común e incómoda de los ojos, afectando a cientos de millones de personas en todo el mundo, y representando una de las causas más frecuentes de consulta oftalmológica; es, sin embargo, una condición con pocas opciones de tratamiento definitivo, debido en gran parte a su naturaleza multifactorial. En ese mismo sentido, desde la perspectiva de los especialistas en el tema, la EOS es el centro de un esfuerzo sostenido para realizar estudios científicos de diverso tipo; a pesar de ello, no se ha llegado a un tratamiento definitivo que cure la enfermedad o que mejore la calidad de vida en una proporción grande de personas con los síntomas más severos e incapacitantes.  

Cuando la enfermedad del ojo seco es sintomática, se desarrolla un círculo vicioso de inestabilidad de la película lagrimal con un aumento de la salinidad, que provoca a su vez un aumento de la inflamación de la superficie ocular, daños y anormalidades neurosensoriales.  Dicha condición se considera de moderada a grave si se asocia a un dolor significativo, limitaciones en la realización de actividades diarias, reducción de la vitalidad de la persona, un mal estado de salud general y/o depresión.

La enfermedad del ojo seco se ha definido como una enfermedad crónica multifactorial donde confluyen elementos ambientales, genéticos, fisiológicos, físicos, emocionales, los relacionados con la edad, el sexo y las enfermedades preexistentes en la persona, así como el nivel de actividad física, actividad laboral, entre otras. Todos estos factores interactúan entre sí y no solo predisponen al desarrollo de ojo seco sino también a otras enfermedades crónicas cada vez más frecuentes en la población, como son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica, y la obesidad.

La superficie del ojo es una de las partes más estudiadas del ojo y puede presentar múltiples enfermedades, y cada una de ellas tener una causa única que la caracteriza, siendo la EOS la más común. Este es el motivo por el que el mismo tratamiento no funciona en todos los casos, situación que causa frustración en más de la mitad de los pacientes tratados.

Existen diversas clasificaciones del ojo seco pero la más utilizada, por su utilidad para proponer un manejo más específico es la que la divide en ojo seco evaporativo y ojo seco acuodeficiente. Hasta 80% de los casos puede encontrarse una mezcla de estos dos tipos, siendo la disfunción de las glándulas de meibomio (a veces conocida como meibomitis) como la causante del casi 90% de los casos de ojo seco evaporativo, que es un componente relevante en la fisiopatología de esta enfermedad. 

Los síntomas del ojo seco reportados con más frecuencia son: 

  • sensación de cuerpo extraño en el ojo
  • ardor,
  • comezón, 
  • secreción excesiva de moco, 
  • sensación de resequedad, 
  • sensación de quemadura, 
  • sensibilidad a la luz, 
  • ojo rojo, 
  • dolor, 
  • visión borrosa. 

Diagnosticar y tratar la enfermedad del ojo seco puede ser complejo y puede requerir mucho tiempo. En la actualidad se emplean una diversidad de métodos clínicos para identificar el ojo seco, con un mayor grado de precisión. Recientemente, se ha desarrollado tecnología de alta capacidad diagnóstica con la que ya se cuenta en México, dicha prueba diagnóstica es integral para detectar y clasificar el ojo seco y se realiza con el instrumento conocido como Keratograph 5M de la empresa alemana Oculus. 

Una vez diagnosticada esta enfermedad, los pacientes generalmente necesitan una combinación de terapias, así como generar cambios en su estilo de vida y de higiene facial para lograr un alivio más eficaz y duradero. En este mismo tema,  observamos con frecuencia la falta de apego al tratamiento por parte de los pacientes debido a que el efecto de dicha terapia (mayormente utilizada en forma de gotas o colirios) puede tardar en reflejarse un alivio de síntomas, pero también, en ocasiones, puede generar otros síntomas nuevos (efectos colaterales), como picazón, ardor o irritación de los ojos, llevando, a veces una sensación de empeoramiento.  Por el motivo recién descrito, los tratamientos para el ojo seco hoy en día deben enfocarse en los problemas subyacentes.  En este apartado, existen decenas de medicamentos que causan sequedad ocular, como para el tratamiento del acné (isotretinoína) o para la ansiedad y el insomnio, entre otros, por lo que debe explicarse dicho efecto indeseable y valorar su sustitución o interrupción. Así mismo, la evaluación y tratamiento de enfermedades sistémicas (como el hipotiroidismo, la diabetes y las enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, entre otras) deben ser tratados de forma específica y eficaz para minimizar el efecto sobre la superficie ocular.

En relación a tecnología útil específica para el ojo seco la terapia termoeléctrica (como MiBo Thermoflo®) y de luz pulsada (IPL, como ThermaEye®) sobre los párpados, tratan una diversidad de afecciones inflamatorias que conducen a la disfunción de las glándulas de Meibomio al emitir una temperatura caliente dirigida selectivamente sobre las células o vasos sanguíneos que producen la inflamación y consecuentemente, los síntomas.

Hoy día corren multitud de ensayos clínicos que demuestran que medicamentos innovadores podrían ser más prometedores en cuanto a su efectividad para el tratamiento del ojo seco dentro de ellos se incluyen, un aerosol nasal, dispositivos de limpieza profunda, nuevos medicamentos antiinflamatorios, tapones lagrimales, lentes de contacto especializados, y cambios en el estilo de vida donde la gestión de las emociones juega un papel muy importante, en el equilibrio de la producción de lágrima. 

Entre los medicamentos más innovadores, aprobados por la FDA (agencia norteamericana que evalúa y aprueba el uso de medicamentos y dispositivos terapéuticos), se describe su perfil a continuación:

  • Vareniclina (Tyrvaya de Oyster Point): Este aerosol nasal, no disponible en México,  estimula la producción de las diferentes capas de la película lagrimal (acuosa, lipídica y mucinosa).  Se cree que el principio activo de la vareniclina, activa la vía parasimpática del trigémino, aumentando así la producción de la película lagrimal. Este aerosol nasal puede ser más fácil de aplicar que las gotas para los ojos y elimina las sensaciones indeseables de ardor y molestia ocular.
  • Ciclosporina (Modusik A de Laboratorios Sophia, Restasis de Abbie y Cequa de Sun Pharmaceuticals): Este medicamento inmunomodulador se desarrolló específicamente para el ojo seco crónico, donde la inflamación reduce la producción de lágrimas. Los pacientes se aplican una gota en cada ojo, dos veces al día. El tratamiento puede tardar en tener efecto de 3 a 6 meses, en tanto puede causar ardor o malestar temporal. Para una mayor tolerancia requiere de valoración oftalmológica y preparación especial para iniciar su uso.
  • Lifitegrast (Xiidra de Novartis): No autorizado en México Este es un tipo diferente de gota antiinflamatoria que reduce la inflamación mediada por los linfocitos T, un tipo de célula que desempeña un papel fundamental en la inmunidad del organismo. Este medicamento puede tardar hasta 3 meses en aliviar los síntomas y hasta una cuarta parte de los pacientes experimentan irritación y una sensación de sabor inusual.
  • Loteprednol (Loterex de Bausch & Lomb, Lotesoft de Poen, Eysuvis de Kala Pharmaceuticals): Este es el primer corticosteroide ocular aprobado por la FDA para el tratamiento de los brotes de ojo seco. Solo se puede usar durante dos o tres semanas en cada régimen, debido a los efectos secundarios de los esteroides como el control de la presión intraocular. Este medicamento actúa más rápidamente que los medicamentos basados ​​en inmunomoduladores, y ambos pueden utilizarse en conjunto para aliviar los síntomas. 

Finalmente, es conveniente que las personas portadoras de la enfermedad del ojo seco, en especial, las que padecen las formas más serias o sintomáticas de esta condición sean evaluadas y tratadas en centros de excelencia para el ojo seco, como lo es la Clínica del Ojo Seco, en donde se concentra la experiencia clínica de expertos en dicha área, la tecnología diagnóstica idónea, así como una diversidad de alternativas de tratamiento que promueven las posibilidades de una mejoría  en el estado de salud de las personas afectadas, creando la oportunidad de una mejor calidad de vida.

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