¡Muévete por tu salud! : El ejercicio como pilar fundamental del bienestar
En un mundo donde el sedentarismo se ha convertido en una preocupante realidad, la importancia del ejercicio para la salud nunca ha sido tan evidente. Y qué mejor momento para recordarlo que en la cercanía del Día Mundial de la actividad física (6 de abril) y el Día Mundial de la Salud (7 de abril). Estas fechas nos invitan a reflexionar sobre cómo nuestras elecciones diarias impactan directamente en nuestro bienestar, y el ejercicio emerge como un hábito esencial para una vida plena y saludable.
Beneficios del ejercicio: un abanico de bienestar
La actividad física regular no solo nos ayuda a mantenernos en forma, sino que también desencadena una cascada de beneficios que impactan positivamente en nuestra salud física y mental:
- Salud cardiovascular: El ejercicio fortalece el corazón, mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión y accidentes cerebrovasculares.
- Control de peso: La actividad física quema calorías y ayuda a mantener un peso saludable, previniendo la obesidad y sus complicaciones asociadas.
- Fortalecimiento muscular y óseo: El ejercicio regular fortalece los músculos y huesos, previniendo la osteoporosis y mejorando la movilidad y la fuerza.
- Salud mental: El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que generan sensaciones de bienestar y felicidad, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión.
- Mejora del sueño: La actividad física regular promueve un sueño reparador, mejorando la calidad y la duración del descanso.
- Prevención de enfermedades: El ejercicio reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
- Aumento de la energía: A pesar de lo que pueda parecer, el ejercicio regular aumenta los niveles de energía y reduce la fatiga.
El ejercicio tiene también varios beneficios que están directamente ligados a la salud visual. Te detallamos algunos de ellos:
- Reducción de la presión intraocular:
- El ejercicio aeróbico, como caminar, correr o nadar, puede ayudar a reducir la presión dentro del ojo (presión intraocular). Esto es especialmente importante para personas con glaucoma, ya que la presión intraocular elevada es un factor de riesgo para esta enfermedad.
- Mejora de la circulación sanguínea:
- El ejercicio promueve una mejor circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el nervio óptico y la retina. Esto asegura que los tejidos oculares reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para funcionar correctamente.
- Disminución del riesgo de enfermedades sistémica y control de enfermedades relacionadas:
- El ejercicio regular ayuda a controlar enfermedades como la diabetes tipo 2 y la hipertensión, que pueden tener un impacto negativo en la salud ocular. Mantener estas condiciones bajo control reduce el riesgo de complicaciones oculares, como la retinopatía diabética y la retinopatía hipertensiva.
- Control del peso y prevención del síndrome metabólico
o La obesidad y el síndrome metabólico están asociados con un mayor riesgo de enfermedades oculares . El ejercicio regular ayuda a controlar el peso y reducir estos riesgos.
- Disminución del riesgo de degeneración macular:
- Algunos estudios sugieren que el ejercicio regular moderado puede reducir el estrés oxidativo y así disminuir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una enfermedad que afecta la visión central.
- Reducción del riesgo de afecciones en la retina:
- Algunos estudios indican que la actividad física puede reducir el riesgo de oclusiones venosas en la retina.
¿Cuánto ejercicio es suficiente?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa a la semana, combinados con ejercicios de fortalecimiento muscular dos veces por semana. Sin embargo, cualquier cantidad de ejercicio es mejor que ninguna, y cada persona puede adaptar la actividad física a sus necesidades y capacidades.
Consejos para incorporar el ejercicio a tu rutina
- Encuentra una actividad que disfrutes: Ya sea caminar, correr, nadar, bailar o practicar deportes en equipo, lo importante es encontrar algo que te motive.
- Empieza poco a poco: Si eres principiante, comienza con sesiones cortas y de baja intensidad, aumentando gradualmente la duración y la intensidad.
- Incorpora el movimiento a tu día a día: Sube las escaleras en lugar de usar el ascensor, camina o ve en bicicleta al trabajo o a la escuela, y realiza pausas activas durante el día.
- Busca compañía: Hacer ejercicio con amigos o familiares puede hacerlo más divertido y motivador.
- Establece metas realistas: Define objetivos alcanzables y celebra tus progresos.
- Si bien el ejercicio es beneficioso, algunas actividades de alto impacto o que aumentan la presión venosa, como el levantamiento de pesas en exceso o las posiciones de cabeza en el yoga, pueden elevar transitoriamente la presión intraocular y es necesario evitarlas. Se recomienda a los pacientes con glaucoma consultar con el especialista el tipo de ejercicio más adecuado.
Conclusión
El ejercicio es un regalo que le damos a nuestro cuerpo y mente. En este Día de la actividad física y Día Mundial de la Salud, te invitamos a moverte, a disfrutar de los beneficios de la actividad física y a construir un estilo de vida saludable que te permita vivir plenamente.
¡¡¡Una caminata rápida durante 30 minutos 5 días a la semana puede alargar y mejorar tu calidad de vida¡¡¡ Anímate!!!
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